Posible golpe a los mercados y al comercio exterior para combatir el Coronavirus

El Coronavirus puso en jaque a todo el sistema sanitario mundial. Pero también al económico. La cuarentena social, y una consiguiente reducción en la actividad económica para contener el virus podría poner en jaque a las empresas y convertirse en una crisis económica si se extiende en el tiempo.

Como dato frío, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recortó en estos días su proyección de crecimiento mundial para 2020 de 2,9% (estimado en noviembre de 2019) a 2,4% (en marzo de 2020). “Se anticipan desaceleraciones en la tasa de crecimiento también en la Zona Europea y en Japón, aunque la economía más afectada sería la de China cuyo crecimiento interanual pasaría de alrededor del 6% (noviembre 2019) a menos del 5% (estimado en marzo 2020), esto es, su menor tasa de crecimiento de las últimas tres décadas”, repasaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

”El golpe a los mercados proviene del hecho que, incluso en el escenario más optimista respecto a la contención de la enfermedad, ésto se consigue a costa de una virtual paralización de la actividad económica con cancelación de vuelos, suspensión de eventos, cierre de escuelas y universidades, ‘cuarentena’ o aislamiento de las personas, limitación de la cantidad de gente que puede permanecer simultáneamente en cualquier tipo de almacenes, y espectáculos, etc”, justificaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en un informe.

Habrá que tomar los recaudos necesarios para asegurar que este shock transitorio no se convierta en una crisis económica y social de mediano plazo por un círculo vicioso de empresas que no tienen la capacidad financiera de mantenerse en pie luego de las semanas de freno en la actividad y que ello active un tobogán de cierre de empresas, aumento del desempleo, profundización de la caída en la actividad económica, etc.

 El golpe a los mercados proviene del hecho que, incluso en el escenario más optimista respecto a la contención de la enfermedad, ésto se consigue a costa de una virtual paralización de la actividad económica con cancelación de vuelos, suspensión de eventos, cierre de escuelas y universidades, ‘cuarentena’ o aislamiento de las personas, limitación de la cantidad de gente que puede permanecer simultáneamente en cualquier tipo de almacenes, y espectáculos, etc

Ahora bien, ¿cuál es la respuesta hasta ahora de los mercados ante la amenaza del Coronavirus? “El nivel de incertidumbre que despierta el impacto económico-político de esta enfermedad que se expande por el mundo supera ampliamente los picos de incertidumbre provocados por la crisis de deuda europea, el BREXIT, las elecciones presidenciales estadounidenses e incluso la resiente disputa comercial entre China y Estados Unidos”, advirtieron desde la BCR.

Como muestra, producto de la incertidumbre, se produjo en los mercados lo que se conoce como flight to quality. Esto es, los inversores abandonaron los activos de riesgo y “volaron” hacia los considerados más seguros como el oro o los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Como reflejo, el futuro del oro que cotiza en MATBA-ROFEX ha aumentado casi un 10% desde inicios de enero.

En el caso de los commodities agrícolas, el COVID-19 fue como la cereza del postre (o el golpe de gracia), sumando presión bajista a mercados que ya venían golpeados por la disputa arancelaria entre Estados Unicos y China y la Peste Porcina Africana.

Mercado de granos y exportaciones

Según el trabajo de la BCR, en lo que va del 2020, el índice de productos agrícolas elaborado por S&P (Standard & Poor’s, uno de los índices bursátiles mas importantes de Estados Unidos) cayó un 16% fundamentado en la menor demanda proyectada de productos agrícolas tanto para consumo humano directo como para para forraje animal. “La menor actividad económica global que se espera para este año se verá reflejada en menores ingresos que recortaran y/o modificarán el consumo de alimentos, a la vez que caería la demanda de aceites vegetales y maíz para la producción de biocombustibles”, explica el trabajo.

Analizando el impacto en Argentina, no se puede soslayar el impacto que puede tener pensando que el mercado chino es destinatario del 90% de las exportaciones de poroto de soja), el 70% de las carnes bovinas (por más de USD 2.000 millones) y el 22% de la carne porcina (con un valor de US$ 3,5 millones en el 2019).

 Se anticipan desaceleraciones en la tasa de crecimiento también en la Zona Europea y en Japón, aunque la economía más afectada sería la de China cuyo crecimiento interanual pasaría de alrededor del 6% (noviembre 2019) a menos del 5% (estimado en marzo 2020), esto es, su menor tasa de crecimiento de las últimas tres décadas

“Si a esto se suman la caída del precio del petróleo que impacta de lleno en las proyecciones de actividad en Vaca Muerta, y el amesetamiento proyectado en el crecimiento y el comercio mundial para todo 2020, se puede concluir que existe un riesgo concreto de una erosión del comercio exterior y, por consiguiente, del ingreso de divisas para este año”, concluyeron desde la Bolsa de Comercio de Rosario, sin dejar de advertir que todo llega “en un momento complicado para Argentina que está en pleno proceso de renegociación de la deuda”.

“Si bien la caída de tasas en el mundo puede de algún modo limitar el peso de la deuda, lo cierto es que bajo las circunstancias actuales los inversores tienden a preferir desprenderse de sus activos más riesgosos, entre los que lamentablemente se encuentran los bonos argentinos”, manifestaron.