La renegociación de los bonos y el precio del dolar

Algún operador experimentado podría hablar de «resultados mixtos» en el mercado financiero. La parte buena del «mixto» vendría por la suba en el precio de los bonos. La causa pública sería el avance en la negociación de la deuda por parte del gobierno y los acreedores. La versión, o deseo, es que las partes se aproximen al 50. No es mitad para cada uno, sino la paridad de los bonos. El gobierno ofrece reconocer el 45% de cada 100 de valor nominal; los acreedores, por su parte, quieren el 55%. En esta pulseada, en el barrio alguien diría «cerramos en 50» y habría un apretón de manos. Sin embargo, los acreedores estarían buscando algún tipo de «extra», que podría estar vinculado al crecimiento de la economía, una versión renovada del famoso Cupón PBI que hizo las delicias, y fortunas, de muchos inversores en los 2000. Así, el brindis sería a cargo de la casa, o sea, de la Argentina.

Sin embargo, analistas un poco más sofisticados, hablan de una suba impulsada, también, por un cambio técnico en la valuación de los bonos. No es una medida local, sino internacional dictada por la EMTA (Emerging Market Trade Association), una entidad que agrupa a los operadores e inversores de papeles de mercados emergentes. La disposición, que significa en la práctica una mejora en el tratamiento de los intereses en bonos no pagados, habría permitido un empujoncito adicional.

Por otra parte, en la cruzada oficial contra la suba de los «dólares no oficiales», el gobierno sigue apelando a las recetas ya conocidas. Esta vez, fue la obligación de mantener al menos por cinco días hábiles los bonos en dólares para efectuar transferencias al exterior. Este golpe a los CCL (compra en pesos de papeles en dólares para venderlos en el exterior) y MEP (igual sistema que el anerior, pero para el mercado local) provocaron una baja de hasta cinco pesos en los dólares reflejados en esas operaciones y, además, habrían contribuído también a la suba de los títulos públicos, al haber achicado la oferta de papeles para operar. Por supuesto que todo se reflejó además en una caída en el volumen operado.

El dólar blue también sintió los efectos de la ofensiva oficial y se aleja de los máximos de los últimos días y pareciera buscar un nuevo equilibrio en torno de los 125/130 pesos. En este caso, además, deprimido por una demanda poco exigente por la escasez de efectivo. De todas maneras, el Banco Central perdió unos US$80 millones de sus reservas, algo que podría definirse como la parte negativa del «mixto» del comienzo.

Y nuevamente, cómo ante cada nueva medida, los operadores financieros se preguntan cuál será la próxima. Si bién en el país hay experiencia en controles cambiario y parece difícil inventar algo que ya no se haya utilizado, ya comenzaron las versiones (incluso apuestas, más por la fama que por el oro), sobre los nuevos pasos. Una que va ganando espacio día a día, es la derogación de la autorización para comprar US$200 (solidarios, eso sí) mensuales.