Crecimiento del sector porcino con agricultores que agregan valor

Entre los años 2010 y 2015 se produjo un fuerte crecimiento del sector porcino en la Argentina, de la mano del ingreso de muchos productores típicamente agrícolas y algunos mixtos (agrícolas-ganaderos o feedloteros), quienes observaron en la producción de carne de cerdo una posibilidad concreta de diversificación de la producción agropecuaria. Este ingreso fue en parte recompensado con resultados positivos de rentabilidad, inclusive en años complicados.

Actualmente se están dando las condiciones para un nuevo crecimiento del sector porcino, no solo por las posibles inversiones chinas, sino fundamentalmente por el desarrollo del mercado local y las posibilidades de exportar carne porcina de calidad y con costos muy competitivos.

Así por ejemplo, en enero de este año, la Argentina exportó 47% más carne de cerdo y subproductos que en enero del 2020.

Crecimiento del sector porcino
La posibilidad de darle mayor capacidad de facturación a un establecimiento agrícola a través de la producción porcina, generando agregado de valor local, es una oportunidad interesante de analizar

Mayor capacidad de facturación para un campo

En este promisorio contexto, el ingeniero zootecnista Juan Uccelli, reconocido analista del sector porcino, realizó un trabajo sobre las posibilidades de crecimiento del sector porcino y la nueva oportunidad para actores de la agricultura de sumarse.

¿El objetivo?, darle valor agregado a su producción primaria para lograr mayor facturación con la misma superficie de campo.

“La posibilidad de darle mayor capacidad de facturación a un campo a través de la producción porcina, generando agregado de valor local, es una oportunidad interesante de analizar”, destacó el analista en el trabajo que aquí se comenta.

Consumo interno y exportaciones

El consumo de carne de cerdo en nuestro país viene marcado un importantísimo aumento en los últimos años y tiene un techo aun mayor para crecer. En todos los países el crecimiento del consumo de carne porcina y aviar se dio en base a una reducción, por diferentes motivos, de la carne bovina.

La falta de carne porcina en el mundo por efecto de la Peste Porcina, ha forzado el aumento de los intercambios de carne aviar y vacuna. Por eso nuestro país tuvo un 2020 con altos valores de crecimiento de exportación de carne vacuna y porcina.

Esta situación se mantendrá por algunos años y es posible que los efectos de la Peste Porcina presione aún más las demandas exportadoras de los países que tengan la posibilidad de competir en precio, cantidad y calidad.

En la Argentina, el proyecto de posibles inversiones chinas contempla en los próximos cinco años estar en valores de exportación, exclusivamente para el mercado chino, de casi 900.000 toneladas, aunque también hay otros mercados demandantes. La Argentina ya tiene excelentes costos y calidad, solo le falta la cantidad.

Crecimiento del sector porcino
Para aumentar las exportaciones, Argentina ya tiene excelentes costos y calidad, solo le falta la cantidad.

Propuestas de crecimiento individual

Hay muchos agricultores que tienen niveles muy buenos de producción de granos y cada vez es más difícil poder aumentar la productividad. Las variaciones de los ingresos del campo están dadas exclusivamente por un tema de precios internacionales e impuestos locales.

Para un ejemplo de un campo de 1.000 ha de maíz o soja, hay una facturación determinada anual y existe la posibilidad de utilizar 10 ha en la instalación de un criadero completo de 1.000 madres, que consumirá la producción de ese campo, aumentando la facturación real y dando un margen bruto general más alto de toda la explotación.

En todos los casos el precio del cereal es el mismo de oportunidad que tenga el productor, pero sin fletes, ni gastos de comercialización. Lo que el campo otorgaba antes de los cerdos, es lo mismo que se incluye como costo a la producción porcina. Las inversiones son importantes en la construcción del criadero porcino, pero se pueden amortizar entre los 5 y 7 años.

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El precio del cereal es el mismo de oportunidad que tenga el productor, pero sin fletes, ni gastos de comercialización. Lo que el campo otorgaba antes de los cerdos, es lo mismo que se incluye como costo a la producción porcina.

Propuestas de crecimiento grupal

Desde hace años el negocio porcino es un trabajo en producción de escala y sus grandes números permiten abaratar costos y aumentar las eficiencias.

En este concepto aparecen las divisiones del trabajo en la producción, donde hay un sector de mayor inversión y mano de obra que es la producción de lechones. Siempre la cabeza es lo más difícil de obtener, ponerle kilos es mucho más fácil.

Por eso desde hace años se incorporaron las UPL (Unidades Productoras de Lechones) donde se encuentran alojadas las hembras productoras para los procesos de servicio, gestación y parición.

Al momento del destete, las hembras vuelven al sistema interno y los lechones salen del establecimiento con destino de galpones de destete-venta.

Esta forma de trabajo integrada y coordinada, permite la participación de varios productores en los distintos eslabones y al igual que en el caso anterior, en una superficie muy pequeña del establecimiento se ubican los cerdos, que permiten darle un valor agregado a la producción de granos.

Crecimiento del sector porcino
La producción de lechones es lo más difícil de obtener, ponerle kilos es mucho más fácil. Por eso hace años se incorporaron las Unidades Productoras de Lechones, donde se encuentran alojadas las hembras productoras para los procesos de servicio, gestación y parición.

Integración horizontal y no vertical

Quizás el problema más grande sea la propia integración, teniendo en cuenta lo difícil que es para el argentino, trabajar en equipo.

Estos proyectos deben tener un concepto de integración horizontal y no vertical. Todos son parte del negocio, no unos empleados de otros. Hubo muchos fracasos en el país por no tener en cuenta este punto.

Las inversiones para el crecimiento del sector porcino, en este caso varían según el tipo de eslabón en el que se participa. Es lógico armar una UPL grande (2.000/3.000 madres) en un solo predio y los galpones de engorde distribuidos en varios establecimientos, posiblemente relacionados con la capacidad cerealera del mismo.

Como en el caso individual, las inversiones son importantes y la amortización se obtiene en el mismo tiempo, logrando además minimizar el impacto ambiental por una baja concentración, y la posibilidad de aprovechar los subproductos líquidos generados en las unidades de engorde como fertilizante orgánico para el ciclo agrícola del establecimiento.

El ABC Rural