Nuevo piso de Ganancias: por qué hay una «inequidad absoluta» para los productores agropecuarios

Los empresarios agropecuarios que actúan como autónomos no tienen, hasta ahora, ningún beneficio.

«Se intenta dar otro beneficio para que los voten», comentó el asesor fiscal Santiago Saenz Valiente sobre el nuevo piso para Ganancias de los trabajadores que anunció el ministro de Economía, Sergio Massa. «La Ley de impuesto a las Ganancias tiene otra estructura. Son decretos y resoluciones que no resuelven el tema de fondo», agregó en diálogo con Agrofy News.

En este sentido, comentó que el Gobierno hace una diferencia para los contribuyentes que trabajan de forma independiente, o lo que puede ser también un productor agropecuario que tributa como autónomo. «Genera una inequidad absoluta. Hace mucho que se solicita igualdad, porque todos son trabajadores». Saenz Valiente agregó que la diferencia entre los cambios para los trabajadores en relación de dependencia y los autónomos «no tiene ninguna lógica».

«Un productor agropecuario que gana un millón de pesos al mes, paga por lo menos dos millones de pesos anuales. Más de dos meses de ingreso neto van a Ganancias, o probablemente más», señaló. «Es un tema muy complejo e injusto», sentenció. Cabe aclarar que muchos empresarios agropecuarios están registrados como autónomos.

Bajo este marco, el consultor apunta a que la capacidad contributiva del empleado y del productor es la misma, pero con distinto tratamiento del Estado.

De igual manera, Massa comentó ayer: «Le dije a mi equipo que para la próxima semana quiero un anuncio para los autónomos y los monotributistas porque hay un salto que es necesario corregir».

Saenz Valiente repasó durante el Congreso Aapresid 2023 que en la economía hay unos 167 impuestos y 85.000 normas de inferior jerarquía a la ley, que son resoluciones, instrucciones del fisco, aclaraciones: «Algo absolutamente imposible de pensar». «3/4 de nuestro trabajo se lo lleva el Estado», resaltó.

También apuntó a que los saldos a favor de IVA son «la calamidad misma».

«La planificación es una economía de opción: se puede decidir la fecha de cierre del ejercicio, el tipo societario, si hago un contrato de arrendamiento o uno asociativo», apuntó sobre la posibilidad de optar por una estructura financiera que colabore con la actividad productiva de cada empresa.

Saenz Valiente concluye que la presión fiscal que enfrenta el campo «achata las posibles inversiones que podría haber y desincentiva a muchos». «Los impuestos no cumplen principios constitucionales básicos, algo indispensable, y esas distorsiones se notan a la hora de invertir. Hay que modificarlos a algunos y otros derogarlos».

«Tienen que cumplir el principio de razonabilidad. Los jueces tienen que actuar cuando hay una petición o un derecho, cuando el contribuyente tiene la razón. Que se animen a dictaminar en función de la realidad económica y de las normativas», comenta y cita un ejemplo: «La AFIP interpreta que las pérdidas de un período no se pueden actualizar. Los profesionales consideramos, por el juego de normas, que es actualizable. En el caso del campo es tremendo el perjuicio, por las rentas cíclicas que tiene».