Semillas: La aclaración de productores a Domínguez por la iniciativa de una «regalía global»

La intención del Ministerio de Agricultura de avanzar en un cobro de regalías de productores por el uso de semillas comenzó a despertar rechazo de productores.

«Esto afectaría directamente lo que, para algunas normas, es una excepción expresa de los agricultores a los derechos de obtentor y para otras normas es el derecho del agricultor de destinar parte del grano de su cosecha como semilla de uso propio», advirtió Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).

CRA agrega: «Desde que la patente del glifosato tenía las horas contadas y Monsanto tenía el monopolio del evento RR por varios años más, venimos debatiendo entre los usuarios y los obtentores el tema de la propiedad intelectual y la ‘imperiosa necesidad‘ por parte de los originadores de eventos transgénicos de obtener un recupero de las inversiones realizadas».

«No solo en lo económico la Argentina tiene un pensamiento circular. También en este tema de los derechos de obtentor se repiten las discusiones y las propuestas de soluciones de un tema muy delicado, porque la solución debe ser equilibrada entre las partes, obtentores, usuarios y Estado. Y el esquema propuesto de una tasa tecnológica sobre la venta de granos, más conocido como Regalía Global solo beneficiaría a una de las partes, los obtentores, que se garantizan el recupero más que de la inversión realizada, de los gastos de inscripción en el Registro de Cultivares una nueva variedad», señalan.

Los productores recuerdan que, en su momento, a mediados de la primera década de este siglo, luego de una negociación directa entre los originadores de eventos transgénicos y los usuarios, que no prosperó, esta idea del cobro de los derechos de la propiedad intelectual sobre los granos fue descartada de plano, no solo por los usuarios sino también por otros eslabones de la cadena de producción de semilla fiscalizada.

El fundamento más importante que invalidó en aquellos años el debate sobre este tema y que cobra total vigencia en esta propuesta de implementar una «tasa tecnológica» sobre los granos para reconocer la propiedad intelectual en el fitomejoramiento, es su contradicción con dos de los tres valores protegidos en el artículo 1° de la Ley de Creaciones Fitogenéticas que «tiene por objeto promover una eficiente actividad de producción y comercialización de semillas, asegurar a los productores agrarios la identidad y calidad de la simiente que adquieren» pretendiendo cumplir solo uno de los objetos de la ley 20.247: «proteger la propiedad de las creaciones fitogenéticas».

Además, agregan que cualquiera sea el camino que se tome para establecer una solución de largo plazo en el reconocimiento de la propiedad intelectual en el mejoramiento fitogenético, se deberá respetar dos acuerdos básicos consensuados por toda la cadena de producción, comercialización y uso de semilla:

  • Los derechos de propiedad intelectual en el mejoramiento fitogenético deben ser debidamente reconocidos.
  • El cobro de este reconocimiento se hará exclusivamente sobre la semilla.

«Sería importante informar al Sr. Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, y al presidente del INASE, que estos dos acuerdos básicos fueron ratificados en tres oportunidades. Siempre somos convocados para ser informados de una decisión ya tomada, lo que necesitamos es que se nos convoque a intercambiar opiniones y propuestas que terminen en una decisión que comprenda e integre a todas las partes», concluye CRA.

Coninagro se sumó para reclamar que en ningún momento fue consultada respeto a este trascendido a la ley de semillas que según se estima modificarían mediante un Decreto de necesidad y urgencia (DNU).

«Apoyamos el desarrollo de las tecnologías y la innovación, que debe ser reconocida y que tiene que tener un proceso de mejora y mayor desarrollo de la cadena agroindustrial. Rechazamos cualquier intento unilateral de modificar un tema tan sensible sin que las partes sean consultadas y en particular el productor que representamos. El diálogo en estos temas es un elemento fundamental para la toma de decisiones», indicaron los productores nucleados en cooperativas.

En este contexto, también se pusieron a disposición de las autoridades y del resto de los actores de la cadena, «para generar en conjunto una solución que nos incluya a todos y podamos tener un desenlace superador que se discute desde hace más de 20 años».